Por Loïc Dorthe / GICJ

Traducido por Natalia Venegas / GICJ

El Día Internacional de la Democracia se celebra anualmente el 15 de septiembre. Establecido en 2007 por una resolución de la Asamblea General de la ONU, pretende ser una ocasión para evaluar las democracias de todo el mundo y fomentar el progreso hacia un sistema político más participativo [1]. 

La palabra "democracia" procede del griego antiguo, de la combinación de la palabra pueblo (Demos) y gobierno/poder (Kratos). Su valor fundamental es que el poder político debe estar en manos del pueblo. Alrededor del siglo V a.C., la ciudad de Atenas desarrolló un sistema político en el que los ciudadanos se reunían para debatir y decidir cuestiones políticas de forma conjunta, en lugar de seguir la orden de un único gobernante o clase dirigente, como solía ocurrir en aquella época [2]. Sin embargo, a pesar de sus aspectos participativos, las antiguas democracias griegas distaban mucho de lo que hoy consideramos una democracia. La ciudadanía y el poder político estaban reservados exclusivamente a los varones adultos con ambos padres atenienses. Quedaban excluidas las mujeres, los extranjeros asentados durante mucho tiempo y, por supuesto, todos los humanos esclavizados. En total, sólo un 10% aproximadamente de la población ateniense tenía poder político [3].

Hoy en día, la democracia ha evolucionado hacia una mayor inclusión y ha implementado otros valores fundamentales hacia los que las democracias deberían esforzarse. Por ejemplo, la democracia va de la mano de la libertad individual, la libertad de expresión y la libertad de reunión. La participación de los ciudadanos en el proceso político ha persistido, pero ha evolucionado hacia elecciones periódicas y auténticas por sufragio universal. Sin embargo, el valor añadido más importante de la democracia moderna es su objetivo de proteger los derechos humanos. Siempre que apliquen sistemas de protección de las minorías, se considera que las democracias son el "entorno natural para la protección y la realización efectiva de los derechos humanos" [4]. El apartado 3 del artículo 21 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos señala la importancia de los sistemas democráticos para su cumplimiento:

"La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto." [5] 

Sin embargo, la democracia está en crisis. En las últimas décadas, las democracias incipientes no han conseguido mejorar sus sistemas democráticos. Muchas han visto cómo su índice de democracia se reduce y, en el peor de los casos, vuelven a convertirse en regímenes autoritarios. En todo el mundo, los movimientos a favor de la democracia son brutalmente reprimidos, lo que se traduce en la pérdida de los derechos fundamentales de las personas. Se calcula que en 2022 un tercio de la población mundial vivirá bajo un régimen autoritario, en el que la voluntad del pueblo no se cumple o no se respeta de forma efectiva. Según la ex Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, "el nivel de democracia del que disfrutaba el ciudadano medio en todo el mundo se redujo a los niveles de 1989" [6]. Desgraciadamente, las pruebas reconocidas demuestran que la disminución de los componentes democráticos de los sistemas políticos suele ir seguida de una disminución de la libertad y del respeto de los derechos humanos [7]. 

Para el tema de 2022, la ONU quiere reforzar la resiliencia democrática frente a futuras crisis. La pandemia sin precedentes del COVID-19 ha empujado a los Estados a tomar decisiones contundentes para salvaguardar la salud pública. Sin embargo, en algunos casos, esto incluyó una restricción abusiva de las libertades individuales, mientras que su rapidez excluyó a la gente de la toma de decisiones políticas. Dado que las democracias se enfrentarán sin duda a una crisis con resultados similares en el futuro, la ONU y su Secretario General, António Guterres, subrayan la importancia de limitar las restricciones de las libertades fundamentales al equilibrarlas con otros objetivos esenciales. No obstante, los derechos humanos deberán respetarse siempre [8].

Geneva International Centre for Justice (GICJ) elebra el Día Internacional de la Democracia. Sin embargo, seguimos profundamente preocupados por la postura democrática de algunos países y el riesgo que supone para el respeto de los derechos humanos. Instamos a todos los Estados a defender la voluntad del pueblo reforzando los mecanismos democráticos de sus sistemas políticos. El CIGJ recuerda que sin que el pueblo decida por sí mismo, los derechos humanos están en juego. Condenamos la brutal opresión a la que se enfrentan los movimientos prodemocráticos y creemos que, como expresó el ex Secretario General de la ONU, Kofi Annan, "la democracia sigue siendo una aspiración universal". ¿Por qué? Porque realmente se cumple" [9].


[1] https://www.ipu.org/our-impact/strong-parliaments/international-days/international-day-democracy

[2] https://nationaltoday.com/international-day-of-democracy/

[3] https://www.history.com/topics/ancient-greece/ancient-greece-democracy

[4] https://www.un.org/en/observances/democracy-day

[5] https://www.un.org/en/about-us/universal-declaration-of-human-rights

[6]https://www.ohchr.org/en/statements-and-speeches/2022/08/crisis-and-fragility-democracy-world

[7]https://www.idea.int/sites/default/files/publications/democracy-and-human-rights-the-role-of-the-united-nations.pdf

[8] https://www.un.org/en/observances/democracy-day

[9] https://www.kofiannanfoundation.org/supporting-democracy-and-elections-with-integrity/international-day-of-democracy-2021/

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