Por Sarah Tayara
Traducción: Lian Martínez
En la 18ª reunión de la 48ª Sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el 23 de septiembre de 2021, la Comisión Independiente de Investigación se reunió con Estados y organizaciones no gubernamentales en el Diálogo Interactivo sobre la República Árabe Siria para debatir la flagrante situación de los derechos humanos desde el comienzo del conflicto, a una década de su inicio.
Los miembros de la comisión, la Sra. Abuzayd, el Sr. Megally y el Sr. Pinheiro, presentaron sus conclusiones, destacando que, más de diez años después de la creación de la comisión, persisten las graves violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos por parte del gobierno sirio, entre otras partes del conflicto, contra el pueblo sirio con impunidad. A pesar de mencionar una amplia gama de cuestiones pertinentes, la Sra. Abuzayd se centró en el alarmante aumento de las tácticas de asedio por parte del gobierno sirio, especialmente en la región de Daraa. También dedicó su atención a la reciente oleada de detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas de decenas de miles de hombres, mujeres, niños y niñas sirios cuyo paradero y condición siguen siendo desconocidos por sus seres queridos. La comisión hizo un llamamiento a la comunidad internacional y al gobierno sirio para que den visibilidad a las voces de la población siria inocente que se ha perdido en este horrible conflicto que dura ya 10 años. La comisión concluyó instando a todas las partes del conflicto a dar prioridad a las necesidades del pueblo sirio.
Siria negó todas las acusaciones contra ella en el informe, alegando que la comisión albergaba una agenda fuertemente politizada. Siria insistió en que el informe pretendía manchar la reputación del régimen sirio que, según ellos, sólo ha luchado contra organizaciones terroristas durante los últimos 10 años y no es responsable de las privaciones, torturas y sufrimiento de sus civiles. Rusia, Irán y China, entre otros países, se sumaron a la condena de Siria por la "agenda politizada" del informe y su amenaza a la soberanía del país.
Turquía y la Unión Europea, entre otros, adoptaron una postura firme contra el atroz comportamiento del régimen sirio y su flagrante desprecio por la vida y los derechos de su pueblo. Estos países criticaron el uso de armas químicas y reiteraron su pleno apoyo al Mecanismo Internacional, Independiente e Imparcial, a la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU y a las conclusiones de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.
GICJ se une a la comisión condenando firmemente las innumerables violaciones de los derechos humanos cometidas contra civiles inocentes en el conflicto sirio. Imploramos al gobierno sirio y a otras partes en el conflicto que, por primera vez en una década, pongan en primer lugar las necesidades del pueblo sirio, liberando inmediatamente a todos los presos políticos y civiles detenidos ilegalmente y reuniéndolos con sus seres queridos. Por último, instamos a la comunidad internacional a que haga más para garantizar que los autores de las injusticias y violaciones del pueblo sirio rindan cuentas, y que el uso estratégico de la vida y la dignidad de los civiles deje de prevalecer con impunidad.
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