Por Rute Belachew / GICJ

Traducido por Lian Martínez / GICJ

El 7 de octubre, durante la 51ª sesión del Consejo de Derechos Humanos, se adoptaron 41 resoluciones y decisiones. Estas resoluciones abarcaron desde la situación de los derechos humanos en la Federación Rusa hasta la ampliación de los mandatos sobre Afganistán y el derecho a la salud. Además, el Consejo adoptó una resolución sobre terrorismo y derechos humanos.

Presentada por México y Egipto, esta última resolución pretende dar una voz única sobre el tema. La delegada de México, Francisca E. Méndez Escobar, comenzó presentando el Proyecto de Resolución A/HRC/51/L.42 sobre terrorismo y derechos humanos.

La resolución reafirma que los Estados deben garantizar que cualquier decisión tomada para combatir el terrorismo y el extremismo violento debe cumplir con el derecho internacional, específicamente con el derecho internacional de los derechos humanos, el derecho internacional de los refugiados y el derecho internacional humanitario. Además, los Estados deben reafirmar su condena inequívoca de todos los actos y prácticas de terrorismo y extremismo violento, dondequiera y por quienquiera que sean cometidos, independientemente de su motivación, como injustificables de acuerdo con el derecho internacional aplicable, así como el apoyo financiero, material o político al terrorismo. Los Estados también deben reconocer el impacto negativo sobre el pleno disfrute de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales, así como la destrucción de medios de vida y economías enteras. La resolución también reconoce que la única estrategia eficaz contra el terrorismo es aquella que respeta plenamente los derechos humanos. En la lucha contra este problema, es fundamental subrayar que el terrorismo y el extremismo violento no pueden ni deben estar afiliados a ninguna fe, nacionalidad o grupo étnico. La tolerancia, la inclusión, así como la mejora de la comprensión y el respeto interreligiosos e interculturales entre las personas, a nivel regional y mundial, son algunos de los aspectos más importantes para promover la cooperación y combatir el terrorismo. La resolución reafirma el compromiso de los Estados con la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo y sus cuatro pilares, adoptados por la Asamblea General en su resolución 60/288 de 8 de septiembre de 2006, al tiempo que recuerda la séptima revisión bienal de la Estrategia, adoptada en la resolución 75/291 de la Asamblea General de 30 de junio de 2021. Por último, acoge con satisfacción la labor del Relator Especial sobre la promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo, al abordar las libertades fundamentales de las víctimas del terrorismo, así como las presuntas infracciones de los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo.

Este texto se presentó con la esperanza de lograr avances significativos en la creación de normas internacionales más sólidas en este ámbito. La delegación debatió los principios básicos de la resolución, con la esperanza de que este proyecto motive a las naciones a cumplir sus compromisos en el ámbito de la protección internacional de los derechos humanos de todas las personas. El documento subraya la necesidad de promover y proteger la libertad de expresión y de opinión, la prohibición de la tortura, el concepto de no devolución y el derecho a la intimidad, las garantías procesales, la protección de la infancia en el contexto de la lucha contra el terrorismo y los derechos de las víctimas.

Esta declaración fue seguida por el delegado de Egipto, el Sr. Ahmed Ihab Abdelahad Gamaleldin. El Sr. Gamaleldin comenzó reconociendo que el proyecto de resolución es el resultado de largas y fructíferas consultas del grupo central. Su principal objetivo es que el Consejo de Derechos Humanos siga hablando con una voz unificada sobre una cuestión tan polémica y difícil. Expresó su agradecimiento a la embajadora de México y a su equipo, así como a otras delegaciones y a la sociedad civil por su productiva participación a través de diálogos informales y de varias sesiones bilaterales. El terrorismo, advirtió, es una importante amenaza para el disfrute de todos los derechos humanos, incluido el derecho a la vida. Poniendo como ejemplo a África, dijo que los atentados terroristas han golpeado a las cinco subregiones, matando a más de 8.000 personas en los últimos nueve meses.

El delegado de la República Checa, D. Václav Bálek, habló en nombre de la Unión Europea. Comenzó señalando que la resolución proporciona una base para que los gobiernos se aseguren de cumplir con sus obligaciones en virtud de los derechos humanos internacionales y el derecho humanitario. Además, felicitó al grupo central por insertar revisiones como la libertad de opinión y expresión, la necesidad de proteger a los menores y el nuevo derecho a la privacidad. También destacó que la resolución tiene múltiples modificaciones irrelevantes derivadas de la política global antiterrorista de Naciones Unidas. Subrayó que la labor del Relator Especial como único órgano del sistema de la ONU facultado para informar sobre la lucha antiterrorista desde un punto de vista exclusivamente de derechos humanos.

La Sra. Seema Pujani, representante de la India, dio las gracias a Egipto y México y expresó el apoyo del país a que se siga debatiendo este tema en el Consejo de Derechos Humanos. La Sra. Pujani continuó citando al Primer Ministro de la India, Narendra Modi, afirmando que "el terrorismo es una amenaza para la humanidad". Afirmó que el terrorismo infringe los derechos fundamentales de las personas, así como los derechos humanos de sus familias y de la sociedad en su conjunto. La Sra. Punjani acogió con satisfacción la resolución e instó a todas las naciones a poner en marcha programas de apoyo integral a las víctimas del terrorismo y a sus familias. Estos planes deben abordar las necesidades inmediatas a corto y largo plazo de los supervivientes del terrorismo y sus familias en relación con los esfuerzos de rehabilitación. La Sra. Punjani declaró además que India lleva décadas lidiando con el terrorismo transfronterizo y lo ha combatido con una determinación inquebrantable. Concluyó invitando a la comunidad internacional a colaborar para combatir esta amenaza con una política de tolerancia cero.

El delegado de China, Dzang Yang, habló a continuación de la necesidad de que la lucha contra el terrorismo aborde tanto los síntomas como las causas fundamentales de la actividad terrorista.  Señaló que esta labor requerirá la colaboración de toda la comunidad internacional. China ha participado de forma constructiva en la consulta sobre el proyecto de resolución y agradece los debates abiertos y sinceros de los patrocinadores, así como los esfuerzos de todas las partes por alcanzar un consenso. El Sr. Yang considera que el proyecto es desigual y no representa adecuadamente las necesidades de las naciones en desarrollo. Continuó expresando que debería prestarse atención a la financiación del terrorismo y al uso de Internet para su difusión. Según algunos países en desarrollo, la propuesta de resolución es inadecuada. Para reforzar el texto y obtener un consenso, China espera que los patrocinadores incluyan la propuesta en futuros borradores y presten atención a las preocupaciones de todas las partes. Esto contribuirá a impulsar la lucha mundial para combatir el terrorismo y promover y preservar los derechos humanos. 

A continuación, la Sra. Michèle Taylor, delegada de los Estados Unidos de América, elogió a México y Egipto por su contribución a la facilitación y protección de los derechos humanos y las libertades básicas en la lucha contra el terrorismo. La Sra. Taylor se sumó al consenso de la resolución y subrayó la necesidad de crear enfoques de colaboración en materia de derechos humanos. En cuanto al nuevo lenguaje añadido en esta resolución, afirmó que el nuevo marco legislativo que regula las acciones antiterroristas en Estados Unidos se definirá en función de la situación específica en la que se produzca la actividad. Además, las actividades de los Estados deben seguir siendo coherentes con las obligaciones internacionales aplicables, como el derecho a la intimidad y el derecho a no ser objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en la vida privada, como se menciona en el artículo 17 del PIDCP. La Sra. Taylor continuó expresando su decepción por el hecho de que algunos miembros del Consejo se muestren reticentes a incluir en la resolución un lenguaje que promueva los derechos humanos y el Estado de Derecho en la lucha contra el terrorismo. Y ello a pesar de que había sido aprobada tanto por el Consejo de Seguridad como por la Asamblea General. Terminó subrayando que el deseo generalizado de unanimidad y de resoluciones no competitivas está debilitando el texto e instó a los miembros del proyecto a oponerse a los esfuerzos que no defienden las normas que se esperan de este Consejo.

El Sr. Afaq Ahmad, hablando en nombre de los países miembros de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), concluyó el debate expresando su apoyo a un enfoque unido y global de la misión antiterrorista. El Sr. Ahmad continuó afirmando que la OCI se complace en colaborar en las propuestas integradas en el documento L. 42, entre las que se incluyen las preocupaciones por los nuevos y crecientes peligros relacionados con el terrorismo, el aumento de la incitación al odio y el mal uso de las nuevas tecnologías. Sin embargo, el Sr. Ahmad se mostró insatisfecho por el hecho de que el documento no incluyera el tema principal de la OCI, que es el aumento de los actos terroristas inspirados por la islamofobia. Continuó explicando que este preocupante fenómeno es un resultado directo de la categorización y estigmatización de los agentes que siguen el Islam. Por ello, la OCI considera que la L. 42 no cumple las expectativas de la OCI y no refleja las amenazas nuevas o emergentes. No obstante, la OCI se sumó al acuerdo prometiendo volver a colaborar en la materia.

Posteriormente, la resolución fue adoptada sin votación. Por último, el Consejo pidió al Relator Especial sobre la promoción y la preservación de los derechos humanos en el contexto de la lucha contra el terrorismo que evaluara las repercusiones negativas de los atentados terroristas y formulara recomendaciones.


Geneva International Centre for Justice (GICJ) condena firmemente todos los actos de terrorismo por considerarlos injustificables y está profundamente preocupado por las violaciones de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Pedimos a los gobiernos que se esfuercen más por comprender las causas profundas de los atentados terroristas y que adopten medidas exhaustivas para garantizar que las víctimas reciban apoyo tras dichos atentados. Pedimos a las naciones que adopten un estado de derecho mundial para combatir el terrorismo que sea coherente con el derecho internacional de los derechos humanos, los refugiados y el derecho humanitario.

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