Por Amie Silito / GICJ

Traducido al español por Lian Martínez / GICJ 

“Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor. Si un elefante tiene su pie en la cola de un ratón y tú dices que eres neutral, el ratón no apreciará tu neutralidad”.

Desmond Tutu, 1931-2021

Desmond Mpilo Tutu, Premio Nobel de la Paz, héroe y símbolo de la moral, falleció el domingo 26 de diciembre de 2021. Será recordado como un hombre que luchó contra la injusticia allí donde se presentaba, trabajó incansablemente para lograr la reconciliación en tiempos de conflicto y fue un faro de esperanza para muchos. Verdadero humanista y hombre de Dios, la sociedad tiene una deuda de gratitud con él por su labor en vida. 

El arzobispo Tutu, activista clave contra el apartheid en Sudáfrica y primer obispo anglicano negro de Johannesburgo, desempeñó un importante papel en los esfuerzos de reconciliación posteriores al apartheid al dirigir la Comisión de la Verdad y la Reconciliación. Fue un hombre íntegro y compasivo con las víctimas de la opresión y la injusticia en todo el mundo. Fue un símbolo de Ubuntu y del perdón, alguien que será recordado como un verdadero líder.

El Sr. Tutu demostró su firmeza moral al oponerse durante su vida a la ocupación israelí de Palestina. En un artículo de opinión publicado en The Guardian (Apartheid in the Holy Land, 29 de abril de 2002), el arzobispo afirmó que el trato de Israel a los palestinos recordaba al apartheid de Sudáfrica. Continuó afirmando que existían paralelismos “muy, muy angustiosos” con el apartheid. También apoyó el uso de boicots y sanciones para presionar a Israel para que cambie su brutal política contra el pueblo palestino.

El Sr. Tutu fue una de las grandes voces que se opusieron a la invasión de Irak por parte de Estados Unidos y Reino Unido. A este respecto dijo: “La inmoralidad de la decisión de Estados Unidos y Gran Bretaña de invadir Irak en 2003, basada en la mentira de que Irak poseía armas de destrucción masiva, ha desestabilizado y polarizado el mundo en mayor medida que cualquier otro conflicto de la historia”. El 2 de septiembre de 2012, escribió a The Guardian para expresar sus críticas sobre el apoyo del primer ministro británico, Tony Blair, a Estados Unidos en la guerra contra Irak. El arzobispo también boicoteó la Cumbre de Liderazgo de Discovery Invest en Sudáfrica para protestar por la asistencia de Blair, con quien se negó a compartir plataforma. El arzobispo Tutu llegó a pedir que George W. Bush y Tony Blair fueran citados ante el Tribunal Penal Internacional de La Haya por haber causado la muerte de más de 110.000 iraquíes y el desplazamiento de millones de personas, así como la destrucción y desestabilización de Oriente Medio. El Sr. Tutu también puso de manifiesto la existencia de un doble rasero significativo durante su vida entre los líderes de Occidente y del Sur, según el cual los líderes de África y Asia han tenido que rendir cuentas de sus actos, mientras que los líderes occidentales no han tenido que responder ante nadie.

Incluso se pronunció en contra de las personas más cercanas a él, incluida la mujer a la que admiraba y a la que llamaba hermana entrañable, Aung San Suu Kyi, tras la limpieza étnica de la minoría étnica rohingya de Myanmar.  El arzobispo Tutu nunca se apartó de su código moral y pidió a la ex premio Nobel de la Paz que interviniera y pusiera fin a la violencia.

Geneva International Centre for Justice (GICJ) envía sus condolencias a la familia de Tutu, al pueblo sudafricano y a todas aquellas personas que fueron influenciadas por su trabajo. Que su legado siga vivo.

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