Malina Gepp

(Resumen y traducción al español: Claudia González)

 

Resumen

El pueblo palestino lleva años enfrentándose a ataques sistemáticos y generalizados por parte del Estado de Israel, que lo ha oprimido durante décadas, siendo esta, una clara violación del derecho internacional. Pese a los numerosos llamamientos de todos los organismos internacionales pertinentes, la situación sigue siendo crítica. El Geneva International Centre for Justice (GICJ) ha podido comprobar la persistente opresión a la que están sometidos los palestinos y ha documentado numerosas violaciones de Derechos Humanos cometidas por Israel. Los derechos de los palestinos deben ser respetados en todo momento y es por eso por lo que el GICJ reitera su llamado a la comunidad internacional para tomar acciones urgentes al respecto.

Prisioneros palestinos en penales israelíes

Los palestinos a menudo permanecen un período de tiempo extenso en situación de detención administrativa, medida que, pesar de ser ilegal, las autoridades israelíes usan de forma rutinaria. Los detenidos, que a menudo incluyen adolescentes y niños, son encarcelados sin haber tenido un juicio justo y, en muchos casos, los presos no pueden preparar su defensa ya que sus acusaciones son confidenciales. Este tipo de detenciones son arbitrarias y están explícitamente prohibidas en el Artículo 9 (1) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que Israel ha ratificado.

Un caso que ha captado gran atención es el de Maher al-Akhras, quien inició una huelga de hambre para protestar contra su detención administrativa del 27 de julio de 2020. A fecha de octubre de 2020, sus condiciones de salud eran críticas. Sufría fuertes dolores de pecho, convulsiones, y ocasionalmente entraba en coma. Además, su visión y audición se deterioraban rápidamente, no podía mover sus piernas y mucho menos ponerse en pie. Según la ley israelí vigente, el personal médico puede alimentar forzosamente a una persona que está en huelga de hambre. Sin embargo, el hecho de que un funcionario público inflija daños severos a una persona con el fin de castigarla o intimidarla, como ocurriría en este caso, constituye un acto de tortura bajo la Convención contra la Tortura, que Israel también ha ratificado.

Para atraer atención sobre este caso, se ha pintado un mural en donde varios activistas y organizaciones de Derechos Humanos en Cisjordania y Gaza; han exigido su liberación inmediata. A su vez, el Relator Especial de la ONU para los derechos humanos en Palestina, también pidió su liberación inmediata e incondicional el 24 de octubre.

Tras más de 100 días, Maher al-Akhras puso fin a su huelga de hambre en noviembre de 2020 y fue liberado a finales del mismo mes por las autoridades israelíes.

Ataques contra civiles e infraestructura civil

Cuando estallan enfrentamientos entre civiles palestinos y el ejército israelí, las fuerzas israelíes a menudo recurren al uso de gas lacrimógeno como técnica de dispersión, así como a otros métodos violentos. Este fue el caso en la ciudad de Beit Ummar el 5 de octubre, donde un joven de 16 años resultó herido de bala en el pie durante una manifestación estudiantil. Asimismo, el 23 de octubre cinco palestinos fueron heridos en Kafr Qaddum después de que las fuerzas israelíes atacaran a docenas de activistas con balas de goma y gas lacrimógeno.

Otros casos muy notorios han sido el del joven Samir Hamidi, a quien las fuerzas israelíes mataron en el puesto de control de Ennab, el de Amer Abdul Rahim, que con tan solo 18 años fue brutalmente golpeado hasta la muerte el 25 de octubre, y el de Nazmi Abu Bakr, cuya casa quedó inhabitable debido a un material altamente inflamable con el que las fuerzas israelíes sellaron 40 m2 de su casa como retribución tras haber sido acusado de matar a un soldado israelí.

Las fuerzas israelíes también lanzaron ofensivas aéreas en Rafah y varios puntos de la franja de Gaza durante el mes de octubre. Aunque éstas no causaron muertes, provocaron grandes daños materiales y de propiedad civil. Esto constituye una violación del derecho internacional consuetudinario, que incluye el principio de distinción entre bienes civiles y militares.

Desempleo y ayuda humanitaria

Según datos de octubre de 2020, la tasa de desempleo en Gaza es del 70%, lo que se debe tanto al bloqueo de Israel como a la crisis provocada por la Covid-19, que ha provocado que un total de 140.000 personas pierdan su trabajo. Esto, a su vez, ha causado pérdidas de unos 40 millones de dólares para la economía de la franja. La situación es probable que tarde en mejorar, ya que a fecha de octubre de 2020 sólo una cuarta parte de las fábricas en el enclave habían reabierto. Además, la Agencia de la ONU para refugiados palestinos (UNRWA) anunció que necesita 130 millones de dólares para poder cubrir el déficit presupuestario del 2020 y seguir ofreciendo servicios básicos a los refugiados palestinos, lo que complica aún más las cosas en la zona.

Asentamientos

Los judíos que viven en los asentamientos ilegales atacan continuamente a los palestinos que viven y trabajan en las zonas de colindantes. Además, estos territorios son inaccesibles para los palestinos, ya que carreteras por las que sólo pueden pasar judíos les bloquean el acceso. En el año 2020 se ha podido documentar un aumento en los ataques hacia los palestinos por parte de israelíes que a menudo están bajo protección militar. En una ocasión, por ejemplo, israelíes que tenían tal protección atacaron a un grupo de pastores palestinos al este de la ciudad de Yatta. Los hechos tuvieron lugar el 6 de octubre de 2020. Días más tarde, el 18 de octubre, se utilizó maquinaria pesada para arrasar terrenos en la aldea de Urif, al sur de Nablus.

Los israelíes no han tenido reparos en acometer contra mujeres y niños, y los agricultores han sido el blanco de numerosos ataques. Según la oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, la industria del aceite de oliva sustenta a más de 100.000 familias y representa una cuarta parte de los ingresos agrícolas brutos de Palestina. Además, los olivos tienen un significado especial para este pueblo, ya que representan su causa y su resistencia a la ocupación. Con lo cual, los numerosos ataques contra los agricultores y sus tierras suponen una amenaza constante para ellos y su patrimonio cultural. Durante el mes de octubre de 2020, no sólo se atacaron a numerosos agricultores, sino que también se quemaron árboles y se talaron olivos. Además, se realizaron robos de cosecha, e incluso se inundaron terrenos de cultivo con aguas residuales, cosa que puso en riesgo la cosecha del año.

Destrucción de edificaciones e infraestructuras

La destrucción y demolición de edificaciones e infraestructuras es otra práctica recurrente de las fuerzas israelíes. Entre el 18 y el 22 de octubre de 2020, se llevaron a cabo numerosas demoliciones de edificios en Cisjordania. Entre otras cosas, las fuerzas de ocupación presentaron órdenes de demolición inmediatas alegando que los edificios en cuestión habían sido construidos sin los permisos requeridos. Un caso especialmente notorio fue el del barrio de Silwan, en Jerusalén Este, donde se ordenó la demolición de 13 casas que habían sido construidas 10 años atrás. Los habitantes de estos inmuebles son principalmente niños y mujeres, que se quedarán sin hogar.

Mediante esta práctica, las autoridades israelíes pretenden despejar grandes áreas de los Territorios Palestinos Ocupados para poder construir asentamientos para judíos. Las casas son generalmente demolidas en pocas horas, dejando a sus habitantes solo unos minutos para coger sus pertenencias más importantes.

El 27 de octubre de 2020, el Coordinador Especial de la ONU para Oriente Próximo, Nickolay Mladenov, expresó su preocupación ante el repunte de órdenes de demolición e informó acerca del establecimiento de unas 5.000 viviendas adicionales en los asentamientos. A pesar de ello, al día siguiente se aprobó el establecimiento de otras 31 viviendas en Hebrón.

Paz y Justicia

El Partido Nacionalista Palestino anunció el 22 de octubre que, junto con otras organizaciones, habían presentado una demanda contra el gobierno británico por su responsabilidad en el sufrimiento del pueblo palestino así como en las consecuencias que ha tenido la implementación de la Declaración Balfour (1917). Aún no está claro si el gobierno británico responderá a la demanda, ya que goza de inmunidad en esa jurisdicción.

Además, el 29 de octubre, el presidente palestino Mahmoud Abbas, envió una carta urgente al Secretario General de Naciones Unidas acerca de la convocatoria de una conferencia internacional sobre paz en oriente próximo. En la carta, Abbas resalta, entre otras cosas, que la conferencia debe poner fin a la ocupación israelí y ayudar al pueblo palestino a alcanzar su libertad e independencia.

¿Cuál es la posición del Geneva International Centre for Justice (GICJ)?

El GICJ condena todos los actos de violencia y todas las transgresiones de los Derechos Humanos cometidas por Israel contra los palestinos. Una vez más, pedimos a la comunidad internacional que tome medidas para detener estos ataques violentos y presione a Israel para que ponga fin a la ocupación de los territorios palestinos. Además, pedimos que se imparta justicia por los crímenes cometidos e instamos a todas las partes a que obedezcan el Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos.  Se pide también al Estado de Israel que ponga fin a los asentamientos ilegales. Los palestinos tienen derecho a vivir con dignidad y paz, algo que deberían promover todos los Estados. Los Derechos Humanos se aplican a todos, no sólo a los políticamente poderosos.

Link al artículo original en inglés: https://www.gicj.org/positions-opinons/other-positions-and-opinions/1908-when-the-cries-for-help-become-silent,-help-is-most-needed

 

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